Nuestro futuro depende de la voluntad de cada vez más personas de reconocer su responsabilidad de crear el futuro que queremos para nuestros niños y jóvenes y hacer realidad la meta n.° 16.2 de los ODS de las Naciones Unidas:
"Poner fin al abuso, la explotación, la trata y todas las formas de violencia y tortura contra los niños".